TRABAJO CORPORAL PROFUNDO
La Integración Postural® se basa en las ideas de los pioneros de principios del siglo XX como Szandor Ferenczi, Georg Groddeck, Wilhelm Reich y otros, quienes descubrieron que el alivio emocional y la integración pueden obtenerse a través del masaje y otras formas de toque, juego e interacción simbólica. Para una explicación más detallada de los antecedentes, visita este enlace. El toque especializado de tejido profundo, desarrollado por Jack Painter, Ph.D., se basa en parte en las innovaciones de Ida Rolf, Ph.D., la creadora de la “Integración Estructural” (también conocida como el método Rolfing). Las capas de la miofascia (un tejido conectivo que rodea el tejido muscular) en el cuerpo se visualizan en tres profundidades/capas de trabajo: trabajo superficial, intermedio profundo y profundo.
La red de fascia del cuerpo es evidente en la disección anatómica como las envolturas fibrosas del músculo que se fusionan en tendones y huesos. Llega hasta el nivel subcelular, apareciendo como integrinas, que son estructuras delgadas y largas en constante interacción con las fuerzas de expansión y contracción, comunicándose en la red intra y extracelular. A ese nivel, las integrinas nos informan sobre nuestra ubicación en el espacio y el tiempo y todo lo que esto implica: encuentros con escaleras y sillas, amigos o enemigos, sistemas meteorológicos e incluso el cosmos en su conjunto.
El trabajo con la red de fascia se organiza en torno a la liberación del blindaje segmentario (7 segmentos según lo descrito por W. Reich) en doce sesiones paradigmáticas (se necesitan más de una sesión para una sesión paradigmática). Siete son para liberar la red y cinco al final del proceso se enfocan en la integración. Lo que diferencia a la PI de otras series de intervenciones fasciales es la integración del trabajo físico en los músculos con energía elevada (a través del trabajo de respiración), trabajo emocional (a través de una variedad de expresiones, llamado el “proceso de salida” y la profunda escucha interna de los procesos emocionales, que llamamos “técnicas de entrada”), trabajo mental (a través del diálogo de conciencia gestáltica) y trabajo de energía fina.